Elena salamanca
poemas
PRESENTADA POR Lucia de sola
Como editora y amante de la historia y la literatura, es un privilegio introducir a Elena Salamanca.
Elena es una figura icónica en nuestro paisaje cultural actual. Es una artista cuya visión tiene la profundidad que deriva de una ardua preparación en diferentes disciplinas y géneros literarios e históricos; tiene un perfil verdaderamente renacentista.
Elena tiene dos maestrías, una en historia comparada por la Universidad de Huelva, España (2012) y otra en historia por el Colegio de México, México (2016). Es candidata al doctorado en historia por el Colegio de México. Su tema de tesis explora las relaciones entre exilio, ciudadanía y unión centroamericana entre 1917 y 1954.
Asimismo, dirigió un festival anual, entre 2012-2017, junto al artista Nadie: Fiesta Ecléctica de las Artes (FEA). Ha participado en obras de instalación en el Museo de Arte (MARTE) y realizado un sin fin de introducciones y análisis en diferentes foros y, más importante aún, ha publicado textos extraordinarios.
Así como Elena rehúsa limitarse a definiciones y percepciones convencionales que son excluyentes o limitantes, ella invita a cuestionar el mismo concepto del género literario en su trabajo. Es imposible reducir su alcance a un solo estilo, o aún, a una sola disciplina. Es imposible reducir lo que ha sido su influencia a un solo público.
Hoy en día, Elena no solo es una líder feminista en nuestro país, sino también una de las principales voces de una generación. Con el tiempo, será icónica tanto para El Salvador como para la región centroamericana.
Ha publicado cuatro libros: La familia o el olvido (1ª Ed. 2017; 2ª Ed. 2018), Peces en la boca (1ª Ed. 2011; 2ª Ed. 2013), Landsmoder (2012) y Último viernes (2008).
Los poemas publicados en La Piscucha son inéditos. En una de sus contribuciones, Poema de las sangres encontradas, muestra, entre otras cosas, la tragedia de ser mujer en nuestro país a lo largo de generaciones, a través de diferentes contextos, en lenguaje cristalino, afilado con ironía mordaz, pasión y sabiduría. En La botella en la cartera, sus palabras e imágenes vibran con tristeza, nostalgia y soledad.