Zaki: “El Salvador es el lugar más adecuado para que el hip hop funcione como nació”

 
Foto cortesía de Zaki

Foto cortesía de Zaki

Zaki es un rapero emergente y nacido el 23 de mayo de 1992 en el municipio de Mejicanos, departamento de San Salvador. Ahí también creció. Cuenta que su vida no fue amarga, y aunque básicamente le tocó solo, cree que le fue fácil. Califica su niñez de interesante y divertida. También comenta que fue bastante callejero.

¿Cómo nace tu interés por el hip hop?

En 2013 conocí a Michaelsen Serrano (conocido como El Ghetto) y me invitaba seguido a toques de reggae. A mí me gustaba el freestyle, pero no sabía cómo escribir canciones o, más bien, la responsabilidad que requiere. Luego de esto decidimos fusionar géneros, reggae y hip hop, y así nació A.K.A Lion.

¿Qué tal fue la experiencia con A.K.A Lion?

Motivadora, carnal. En ese grupo aprendí todo sobre cómo ahora manejo mi carrera de solista y logré encontrar mi identidad y mi estilo como rapero.

¿En qué momento decidís hacerte solista?

Cuando Michaelsen ya no quiso continuar con su carrera yo me quedé haciendo toques bajo el nombre del grupo. Pero sentí que ya no era mi camino y decidí crear mi personaje y cambiar totalmente la manera en que sonaba y dedicarme de lleno al rap.

También has trabajado con gente como Kontra…

Kontra fue como la primera persona fuera del país que se fijó en mi trabajo. Aquel me abrió las puertas a una escena musical totalmente nueva para mí. La gente me recibió excelente. De hecho, ahora mi música… me atrevería a decir (que) se mueve más en Guatemala que en Sívar. ¡JA JA JA!

Rebeca Lane, Kontra y todo el colectivo de Última Dosis me han ayudado demasiado… Y hacer música con Kontra ha sido algo totalmente distinto a lo que estaba acostumbrado. Pero pude sacar el trabajo y ahora estamos en vueltas de hacer un disco con el grupo que hicimos, que se llama Pulmones Amplios.

Oneime y Omne, para mí es de lo mejor que tenemos.
— Zaki

A propósito de eso, ¿cuál es tu opinión sobre el hip hop en El Salvador? Me refiero a lo actual.

Hay muy buenos exponentes como Oneime y Omne, para mí es de lo mejor que tenemos. Igualmente gente nueva que está haciendo muy bien las cosas, como HIGH CLAN y Dakriz. Lastimosamente hay mucha división entre artistas. Sin embargo no desmejora la calidad que tenemos dentro del país.

Regresando a tu música, ¿a quiénes citarías como tus referentes?

Vico C, Lil Supa’, J Dill y Bob Marley. Je je.

Pregunto esto porque al escuchar “Amarga Vida” me remontó a las producciones de los tempranos noventa de Vico C y Nas. ¿Era esa tu intención?

De hecho la línea musical que sigo es esa, el rap de los noventa. Lamentablemente no me gusta el trap, soy más de boom bap y samples de jazz.

Además de esto, ¿cuál sería la línea conductora en “Amarga Vida”?

El retirar cargas, bro. Todo el disco es para soltar cargas que no puedo seguir llevando si quiero que mi carrera musical tome el rumbo que busco. Necesito paz y, pues, necesitaba sacar esto para poder tomar la línea que necesito; para mantener el equilibrio entre mi esencia y la autosuficiencia musical que busco.

con ella comprendí muchas cosas, como el hecho de que nuestro lenguaje es machista.
— Zaki

Llama la atención esta línea: «Perdón por decir “bitch”, usted sabe que no es el mismo significado». En el rap lo misógino es algo común, digamos. Vos usás poco esos recursos y, en este caso, hasta lo explicás. ¿Creés que es momento de superar eso en las líricas? En específico cuando vienen de hombres.

De hecho lo hago porque Rebeca (Lane) es mi novia. De una u otra forma con ella comprendí muchas cosas, como el hecho de que nuestro lenguaje es machista. Sin embargo, pues, mi referencia es más bien hacia raperos. No es una justificación, sino una manera de dejar ir eso. Como te digo, ya en este disco intento soltar todas esas cosas que no me sirven en un mundo más real, fuera de la competencia que tengo o tienen otros raperos conmigo.

Mi respeto por Rebeca y sus ideales y las cosas que me ha enseñado. Me hicieron, de hecho, pronunciarlo distinto y tomar la palabra “BIACH” como un ZAKISISMO. Llamémosle así o ONEIMISMO, en el que no se refiere a su significado en español, sino a una palabra inventada referente a raperos con los que no tengo una muy buena relación, por decirlo así. Algo parecido a haters.

Hablás también de fumar marihuana y sobre la religión. ¿Creés que tu generación tiene menos límites para expresarse sobre temas como estos?

De hecho el hip hop es para eso, carnal. O sea, eso es lo que hace tan real a esta música, poder decir lo que pensás sin restricción. Y, pues, siempre he tratado de que mi rap sea tan personal como cualquier opinión que yo tenga sobre cualquier tema, sin temor de que lo juzguen. Simplemente si alguien se identifica es tan libre de hacerlo como yo de escribirlo.

Finalmente, ¿qué planes tenés para lo que resta del año con tu música?

Se vienen varios proyectos. Tengo para fin de año un disco con Kontra, como Pulmones Amplios, y uno con Alioto Lokos, de Guatemala, en colaboración con beatmakers de Centroamérica y mi hermano Oneime. También estoy en proceso de escribir algo sorpresa con una banda, pero eso se los cuento más adelante. ¡JA JA JA! Solo puedo adelantar que será un Zakeo.

Entrevista II

El rapero salvadoreño Carlos Ariel Aparicio Pineda, mejor conocido como Zaki, publicó hace un par de semanas el disco Trez, que representa su tercer trabajo como solista. Liberado inicialmente en YouTube —y ahora también disponible en otras plataformas de streaming—, el material cuenta ya con más de 17 mil reproducciones

Foto cortesía de Zaki

Foto cortesía de Zaki

Zaki vive actualmente en Guatemala, pero no pierde su conexión con El Salvador. Recientemente estuvo de gira por Europa; también cuenta con satisfacción acerca de cómo llena sus presentaciones tanto en Guatemala como en El Salvador. Habla también de su experiencia en una colaboración para su nuevo álbum con Rapsusklei, rapero consagrado en la escena del hip hop español (y a quien Zaki admira mucho).

En Trez, este MC logró un disco bastante profesional, pero siempre para el circuito underground.  Es una producción más dinámica que sus dos trabajos anteriores, como solista: 999 y Amarga Vida. No solo en las bases, también en el contenido lirico.

Revista Factum tuvo la oportunidad de conversar con Zaki sobre este nuevo trabajo. A continuación la entrevista:

Hace poco más de un año conversamos sobre tu producción Amarga Vida (2016), en términos generales, un disco más artesanal que el que estás promocionando en este momento. Respecto a la producción, ¿te parece que este trabajo es más profesional?

Definitivamente es más profesional.

¿Por qué?

Desde la edición de audio hasta el contenido lírico y la exposición visual.  Es el primer álbum que masterizo y el primero en el que incluyo colaboraciones. Y beats propios, en su mayoría por Omne; y un par de Jeff Tucker.

En Amarga vida decías que querías deshacerte de todas la cargas, como cerrar un capítulo. ¿Trez es el inicio de una nueva etapa?

“Trez” es el comienzo de un nuevo ciclo, de un escritor más maduro, preocupado por su producción, sin dejar su esencia. Dejando atrás el conformismo y dando pasos a lo experimental… Con mucho esfuerzo… Ja, ja, ja.

¿De qué buscaste hablar en este disco?

Pues, la mayoría de temas son algo personal; pero a diferencia de “Amarga Vida”, no buscan demostrar nada. Al contrario, buscan rectificarme a mí mismo, que soy un ser humano con virtudes y errores —probablemente más errores que virtudes—, pero que no pierde las ganas de superarse a sí mismo.

Muchos piensan que hacer música (rap) es algo de sentarse a escribir en un beat y ya. Y eso es solo el 10 por ciento del trabajo.
— Zaki

En la canción Equilibrio decís que el rap no te paga la renta. ¿Por qué insistir en hacerlo?

Porque quien paga la renta soy yo. Ja, ja, ja. O sea, mi trabajo es el que genera pagar las cuentas. Muchos piensan que hacer música (rap) es algo de sentarse a escribir en un beat y ya. Y eso es solo el 10 por ciento del trabajo. Hay tanto detrás del éxito musical que viene de la mano con el sustento económico. Por eso la frase: “El rap no me paga la renta”.  Lo que no escribí fue: “Lo paga mi desvelo, pasión y trabajo”.

¿Por qué buscaste de nuevo a Omne para la mayoría de bases?

Pues, al ser el primer disco totalmente producido original, no pude pensar en nadie más que en el mejor beatmakersalvadoreño, a mi criterio. Canelo (Omne) sabe quién es Zaki, sabe a qué suena y a qué público se dirige… Aparte de ser uno de mis mejores amigos y personas que más creen en mi carrera.

Incluiste un tema con tu pareja, Rebeca Lane. Lejos de lo que se esperaría, no es un tema romántico. De hecho, es una letra bastante dura. ¿Por qué decidiste trabajarlo con ella y cómo fue la experiencia?

Decidí trabajarlo con ella por exactamente esa razón: porque el tema es tan fuerte. Es el tema que más contenido social incluye y, al tener en mi vida a una socióloga que conoce tan bien esas temáticas, creo que no podría haber elegido mejor. Fue un poco difícil para mí, porque es la primera vez que trabajamos juntos y me encontraba nervioso, pero el tema ayudó a que se facilitara el trabajo, pues es su tema favorito del disco. Aunque no sé si llamarlo un tema, porque ella solo hace el coro. En el futuro espero hacer algo más completo con ella… Cuando me sienta listo.

También estuviste de gira con ella por Europa. ¿Qué significó para vos esto?

Nos ayudó a conocernos mejor, a entender nuestras maneras de trabajar. Y, pues, laboralmente me trajo muchas cosas buenas: conocí muchas personas que se interesaron en mi proyecto y aprendí mucho de artistas diferentes.

En Trez además hay una colaboración con el rapero español Rapsusklei. ¿Cómo se conocieron? ¿Cómo decidieron trabajar un tema juntos?

Nos conocimos en Barcelona. Él fue al concierto que dimos ahí y, pues, creo que hicimos buena vibra desde el inicio por mi admiración hacia él, que es tan grande como su humildad. Luego almorzamos juntos antes de irnos de Barcelona y le regale mis discos. Para mi suerte, le gustó mi trabajo y así surgió la idea de trabajar algo juntos para el disco nuevo.

El corte con Rapsusklei, Camino a La Paz, aborda la situación de violencia que vive El Salvador y cómo esta también ha tocado a la cultura hip hop con lamentables muertes. ¿Creés que el hip hop puede servir para empezar a cambiar esa situación? ¿Cómo ves a la escena salvadoreña frente a estas tragedias?

Caóticamente —tanto bien y mal— nos unió mucho. Perder a personas queridas no es grato, pero sirvió de reset para cuestionarnos si lo que estamos haciendo está bien. Mejoré mi relación con muchos colegas a raíz de estos sucesos tan desafortunados. No puedo pensar en un lugar más adecuado para que el hip hop funcione de la manera en la que nació que El Salvador, pues el 90 por ciento de jóvenes que vinculan con pandillas definitivamente podrían encontrar nuevas y diferentes oportunidades en las diferentes formas de expresión que nos brinda el hip hop.

Resolvamos tu polémica favorita: El trap. El tema “FUCK TRAP” es un trap, ¿cuál es la intención? ¿Realmente tenés una lucha contra el trap o solo te estás divirtiendo?

¿Conoces la historia de El caballo de Troya? Ja, ja, ja. Pues este es el mío.

¿Qué artistas o bandas estás siguiendo actualmente de El Salvador? ¿Te gustaría trabajar con alguno en particular?

Pues lo que siempre he querido desde mi primera canción es que a El Salvador se le reconozca no solo por problemáticas sociales, sino como un exportador de talento.
— Zaki

Pues he tenido oportunidad de observar diferentes propuestas aquí en Guatemala que son de El Salvador y también muchas de aquí mismo que me interesan porque me parecen fascinantes. De El Salvador tengo en mente a Voltar, que me parece algo sublime. Y pues, la de siempre: quisiera en algún momento hacer algo con Adhesivo. Soy amante del ska. Y en Guatemala tengo muchas propuestas y creo que quisiera aceptar todas… Ja, ja, ja. Entre ellas está De la Rut, Hot Sugar Mama, The Killer Tomato y un grupo nuevo que recomiendo mucho: Dinosaur 88, que es algo diferente, pero increíble.

Finalmente, ¿a qué apuntás con este disco?

Pues lo que siempre he querido desde mi primera canción es que a El Salvador se le reconozca no solo por problemáticas sociales, sino como un exportador de talento. Esa es la misión en cada verso, no solo con este álbum. Aunque también mi idea es terminar un ciclo en el rap con instrumental —por el cual decidí que la producción fuera lo más profesional posible—, para dar un paso a algo con instrumentos. Solo puedo adelantarles que se preparen para el “ZAKEO”.

Publicado originalmente por Revista Factum

Entrevista por Revista Factum